
Los alrededores de la Ermita de Valmayor fueron el escenario de los preparativos para el inicio de esta marcha, que desde hace décadas vuelva a repetirse cada último domingo de abril. Y es que mientras el pueblo se prepara para despedir mes, saluda la llegada de la Señora de la Esperanza al casco urbano, para ser venerada en el templo parroquial a lo largo de todo el mes de mayo. Con esta jornada se marca el vistoso prólogo a la romería que, ya en junio, marcará el retorno a la ermita de la bella talla que allí tiene habitualmente su altar.
Así, respetando los tiempos y usos de esta costumbre local, la Hermandad del Santísimo también tuvo su particular intervención en esta tarde tan especial, portando la imagen de San Isidro, para salir al encuentro del cortejo que arropa a la Virgen, un encuentro que siempre se vive en la Plaza del Cristo, sumando un momento de emoción al que sigue la singular entrada de la Virgen en la iglesia de Valdemorillo, ya a la puesta de sol.
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